Los Ángeles,
como convovar a los ángeles

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Ángeles: En un mundo que se ha vuelto cada vez más materialista, los ángeles han impuesto su gran espiritualidad, y la creencia en ellos se ha vuelto un fenómeno universal que perdura en la conciencia de la humanidad y evidencia las bases más profundas. Hoy se los ha redescubierto y se ha tratado de llegar a ellos nuevamente. Estos seres misteriosos y casi divinos han perdurado en el tiempo a través de relatos religiosos y folclóricos de distintos pueblos. A pesar que todos creen de alguna manera u otra en ellos, no todos conocen su naturaleza, ni conocen los beneficios que aportan la relación con ellos. Esta creencia es anterior a la Iglesia Católica, ya que muchas culturas, desde tiempos remotos, han creído en estos seres especialmente misteriosos. En la Biblia se habla de ellos como seres con un desconocido poder.
Según el cristianismo, Dios creó estas entidades espirituales, antes que a Adán y Eva. Su función era gobernar los planetas, las estrellas y las distintas zonas de la tierra. No todos estos seres fascinantes son bondadosos, el más poderoso, dentro del cristianismo, que se sublevó contra Dios, es Satán que fue arrojado al infierno y a los restantes, que también se revelaron, se los llamo ángeles caídos. En los relatos religiosos y el folclore de algunas culturas como la babilónica, la celta y la griega aparecen los ángeles y los demonios.
Existen también los ángeles neutrales, son los espíritus de los campos, de los ríos, de los árboles, de la naturaleza.
Estos seres angelicales no poseen existencia real, aunque muchos seres humanos, gracias a un sexto sentido o a un gran grado de sensibilidad han logrado sentir su presencia.

Cada persona tiene una visión distinta de los ángeles y esto depende de sus concepciones personales y de su herencia cultural. Generalmente, los ángeles aparecen en los sueños, mostrando la manera de resolver determinadas situaciones, dar mensajes y favorecer nuestros conocimientos. También durante la vigilia suelen aparecerse los ángeles, experiencias que comúnmente, son compartidas por varias personas. Los teólogos han mantenido la teoría de que son pura energía por lo que son incompatibles con la sustancia material, con una apariencia humana. La creencia de que los ángeles son seres totalmente espirituales, aparece en todas las religiones. Así como aparecen en nuestros sueños, también se puede crear el escenario para propiciar su aparición y que se manifiesten dándonos las respuestas o consejos buscados. Muchas personas se han despertado con la sensación de haber resuelto o haber visto algo que se les escapó durante la vigilia. El sueño es una de las vías más positivas para que un ángel descienda sobre nosotros y nos ilumine.

Es cierto que todos los seres humanos están capacitados innatamente para incubar sueños, aunque son pocos los que se pueden llevar a cabo.

La manifestación de los ángeles se presentará solo si el problema lo vale. Sin importar la religión, sabemos que los ángeles son los mensajeros de Dios, y se puede pedir su protección sin que ello altere nuestras creencias.

Se los puede invocar para solucionar problemas económicos, de salud, una duda espiritual, son el instrumento para conseguir la paz, la felicidad, la prosperidad y la protección. No hay límites para su invocación, no hay horarios, ni días, siempre están pendientes de nuestra vida, y preparados para ayudar a la humanidad.

¿Como invocar a los ángeles?

Desde siempre la oración fue el instrumento de comunicación con los dioses, es el puente entre el corazón y la divinidad. Debemos tener en cuenta que todos nuestros rezos son escuchados si se hacen con las palabras adecuadas y con la serenidad espiritual correspondiente. No importa la religión solo es necesario confiar en nuestra fuerza espiritual que proviene de lo más interno de nuestro ser y que permite el perfecto enlace con ese Ser Superior, Dios para algunos y Fuerzas Ocultas para otros. Cuando rezamos generamos energía positiva que se expande y se impregna en nuestra vida diaria, para que esto ocurra es necesario seguir una serie de pasos o ritos, uno de los más importante es un muy buen estado de ánimo. Nosotros desarrollaremos un rol pasivo, invocaremos a los ángeles, ya sea en sueños, visiones o llamados que realicemos y ellos acudirán a ese pedido para brindarnos asistencia y sabiduría. A través de la oración entramos en contacto con ellos para pedirles su ayuda, para ello debemos preparar el ambiente, que debe ser silencioso, tranquilo y bien aireado, para que nos podamos relajar. Debemos ubicarnos en un lugar cómodo, escuchando una música suave que permitan elevar nuestras emociones y pensamientos hasta el cielo. Podemos permanecer en penumbras o bien encender velas blancas que nos brindarán sensación de tranquilidad. También para aromatizar el ambiente se pueden prender unos sahumerios o aceites vegetales. El mejor momento es la caída del sol, el fin de la jornada y evitar, sobre todo, que nos interrumpan, debe ser un momento solo nuestro. Se deberán usar ropas sueltas, de colores claros, y estar descalzos para sentirse lo más libre posible. Luego de adoptar una postura de meditación, para poder descargar todas las tensiones a tierra, cerraremos los ojos y comenzaremos a relajar nuestro cuerpo a medida que nuestros pensamientos se alejan de nuestra mente. Realizaremos una respiración lenta y profunda de manera tal, que podamos sentir el recorrido del aire en cada inspiración y expiración. Una vez que se ha conseguido la relajación, debemos poner mucha atención al pedido que se le quiere hacer a los ángeles, este debe ser claro para la efectividad de su ayuda. A continuación se elevará la oración, con un sentimiento sincero, para realizar el contacto. Nuestra actitud debe ser humilde y sin prejuicios para lograr la plena elevación espiritual. Comenzaremos nuestra conversación, una vez que sentimos la presencia angelical, este es el momento justo para solicitar su ayuda.
A veces es conveniente anotar los mensajes que recibimos, por intermedio de nuestra voz interior y otras, es suficiente con escuchar y disfrutar de ese momento agradable. Para despedirnos debemos agradecerle su presencia, su comprensión y su ayuda, luego comenzaremos a entrar en contacto con todo lo que nos rodea a medida que vamos cambiando de posición.