|
La buena fortuna
Es fundamental el papel de la suerte en nuestra vida. El destino de una persona puede cambiar debido a golpes de suerte, o algunos encuentros fortuitos. Es normal pensar que una persona con suerte es aquella que, desde su nacimiento, a pasado por una serie de situaciones que han adornado su vida, como si ésta hubiese sido tocada por la buena suerte. Son aquellos, que tanto en su vida personal como profesional, siempre están en el lugar justo, a la hora indicada, durante toda su existencia. En todo les va bien, tienen éxito en el trabajo, buena salud, un matrimonio feliz. Pero, si analizamos minuciosamente, nos damos cuenta que esta buena suerte no se centra solo en una persona, ni dura toda la vida, tiene ciclos de subas y bajas, que hacen que se pasen por períodos de éxitos y de fracasos, de amor y de desamor.
Se han escuchado numerosas definiciones de la palabra suerte, de la Real Academia, de historiadores, de escritores o de psicólogos, pero podría decirse que este concepto depende de cada persona y cada circunstancia, es algo más bien subjetivo. Lo más importante es saber que a la suerte hay que saber retenerla, cuando se la tiene, y cuando no está hay que saberla buscar y trabajar. La astrología, mantiene la creencia de que los caminos de la Diosa Fortuna están determinados en el libro de las estrellas. La ciencia astrológica nos muestra la importante influencia de los astros y planetas, según nuestra fecha de nacimiento. De esto se deduce que nuestra suerte, salud, carácter y forma de ser tiene su origen en las estrellas, a esto se debe la utilización de la frase tiene buena estrella o ha nacido con estrella. Cabe aclarar que los astrólogos realmente serios, en lugar de acontecimientos, predicen tendencias.
Ya que las leyes invisibles nos gobiernan, es bueno convocar a la suerte o intentar cambiar la dirección de las cosas, para esto se recurre a talismanes, amuletos y rituales que, además de atraer la suerte, nos ofrecen un escudo protector. Es normal que las personas, sean o no supersticiosas, recurren a objetos mágicos o ritos cuando surgen las dudas. Todos, alguna vez, hemos querido atrapar un poco de suerte, a pesar que ésta no obedece a ninguna regla, y menos se puede controlar. Es real que un porcentaje de la población es supersticiosa, cree en brujas, espíritus, horóscopos o videntes. Hasta el que dice no ser supersticioso termina siéndolo un poco, quién no ha tocado madera por las dudas, o cruzado los dedos para que algo se concrete, o ha formulado un deseo a una estrella fugaz. Por otro lado, todos hemos recurrido a un ritual mágico cuando nos sentimos desafortunados, usamos un amuleto, una medallita, una prenda a la que consideramos de buena suerte para cambiar nuestra situación, son supersticiones muy superficiales pero casi inevitables. Este tipo de supersticiones no presuponen ningún tipo de peligro, solo quedan en simples tradiciones populares, que se identifican con las costumbres del lugar donde se vive. Existen numerosos sistemas para averiguar el grado de suerte que podemos tener.
La Astrología nos brinda una serie de aspectos que nos permiten conocer nuestro destino y con esto el grado de suerte que tendremos.
Es así, que las oposiciones y cuadraturas nos van a determinar como se deberá luchar en los momentos difíciles. También la influencia Solar, la posición de las casas o el planeta, mostrarán con gran precisión algunos aspectos de la vida de la persona. La quiromancia, que se dedica al estudio de las líneas de la mano, nos indica pautas de nuestro destino. Realizada por un buen profesional, se podrá mostrar la marcha del pensamiento, las direcciones, nuestro carácter, nuestro futuro.
La numerología, que por medio de nuestro número personal, nos permitirá averiguar nuestra suerte personal.
El tarot, siempre realizado por un buen profesional, nos mostrará nuestro destino, donde nos encontramos, que camino seguir y que arcano simboliza nuestra personalidad. Pero más allá de la ayuda que podemos recibir por parte de todos estos sistemas, no debemos actuar en función de éstos, podemos tomarlos como punto de referencia, pero somos nosotros los que debemos manejar nuestra vida, hacernos cargo de ella, y así no quedarnos culpando al destino de nuestra suerte, ni dejarla en manos de los dioses o planetas. Lo importante es no tener miedo a la hora de dar las oportunidades, no debemos dejarlas pasar, hay que buscarlas cuando no aparecen y ahí, atraparlas. v Tenemos que afrontar con optimismo las sorpresas que nos tiene preparado el destino, el ser humano tiene una gran capacidad de resistencia. Nuestra mejor arma para alcanzar la suerte es nuestra intuición y debemos usarla. Por otro lado, no es necesario estar constantemente pendiente de la suerte, ésta la manejamos nosotros. Las oportunidades se multiplicarán si afrontamos las cosas con un espíritu constructivo y abierto. Para encontrar la buena suerte hace falta una muy buena predisposición. Es necesario romper con la rutina y estar siempre abierto a nuevas experiencias, es fundamental pensar en las cosas buenas que nos han sucedido en la vida y no quedarnos estancados en las cosas malas. Un poco de desconfianza sirve para descartar a aquellos que nos ofrecen la suerte a mano llena.
Para alcanzar la buena suerte es necesario seguir un único camino verdadero, la confianza en uno mismo, y así, todo lo que se obtenga dependerá de nosotros mismos.
Autora:
Marcela en exclusiva para © hechizos.info | Copyright - Todos
los derechos reservados
<< Volver |
|
|